El cantante Bob Dylan, premio Nobel de Literatura 2016, dedica el último volumen de su Bootleg series, presentado en Londres, a su periodo religioso, cuando se convirtió al cristianismo y sus canciones manifestaron sus creencias.

Este trabajo, presentado en la capital británica bajo el nombre Trouble no more, recoge canciones de una de las etapas más polémicas del músico estadounidense, entre 1979 y 1981, lo que se conoce también como sus años góspel.

Dentro de la misma temática, el documental Trouble no more, sobre el periodo evangélico del cantante, se presentó a la prensa en Londres antes de su estreno en el Festival de Cine de Nueva York el próximo octubre y donde se documentan emblemáticos conciertos como el de Toronto y Buffalo en la gira Slow Training Coming.

El documental, de poco más de una hora, intercala los conciertos de Dylan con los sermones escritos por el crítico Luc Sante e interpretados por el actor Michael Shannon.

Los recopilatorios musicales ofrecen nuevas producciones artísticas y en las que se pueden escuchar obras maestras como nunca antes se habían escuchado, tal y como sucede con este decimotercer volumen, que muestra en cada canción un Dylan casi desconocido.

Trouble no more, al igual que otros bootleg recoge temas alternativos, descartes de sesiones de grabación y otras letras inéditas, pero esta vez se incluyen 15 canciones nuevas, de un momento en el que Dylan cambió el curso de su carrera musical.

Los años góspel de Dylan fueron unos de los más controvertidos de sus 58 años en el mundo de la música, porque durante esta etapa las letras se centraron casi en exclusiva a sus convicciones religiosas. Por aquel entonces, los primeros discos recibieron críticas positivas de la prensa musical pero muchos fans respondieron decepcionados en más de una ocasión porque «había demasiado Jesús -en sus letras- para sus seguidores», tal y como reflejó el documental.

Durante el breve periodo evangélico, en el que incluso llegó a dar sermones, el músico que había transformado el mundo folk en 1962, acompañó la mayoría de sus conciertos de un grupo de mujeres que le hacían los coros de gospel y que empastaron con facilidad con su voz y con su guitarra.

En menos de tres años, Dylan editó los discos Slow Training Coming (1979) y Saved (1980) con fuerte contenido religioso, y Shot of love (1981), que muestra un proceso de transición a otra etapa.

Slow Training Coming fue el primer disco dedicado en exclusiva a la temática religiosa, después de su conversión al cristianismo y tras su vinculación con la iglesia evangélica Vineyard Church, un momento que coincidió casi en el tiempo con la separación de su mujer Sara. Al año siguiente lanzó Saved con el que volvió a predicar la palabra de Dios a golpe de guitarra y por último Shot of loved en el cual mezcló canciones seculares y religiosas en busca de nuevas melodías.

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