La industria discográfica mundial ingresó 17.300 millones de dólares (19.760 millones de euros) en 2017, un 8,1 % más que en 2016, gracias al auge de la música en streaming, según recoge el informe Global Music Report 2018, publicado ayer por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés).

El streaming representó un 41% de los ingresos del mercado, superando por primera vez los beneficios del formato físico, que supusieron un 30% del total. Las cifras obtenidas por los servicios de streaming se incrementaron en un 41,1%, a costa del descenso del 5,4% que experimentaron las ventas en formato físico y la bajada del 20,5% de las descargas.

Cabe señalar que, a pesar de que el mercado lleva creciendo sin pausa tres años seguidos, los beneficios obtenidos en 2017 representan el 68,4% de los que se registraban en el año 1999.

De entre los artistas más populares a nivel mundial, el británico Ed Sheeran lidera el ranking, seguido por Drake, Taylor Swift y el rapero ganador de un premio Pulitzer, Kendrick Lamar. A Sheeran le ha valido este puesto su disco ÷, número uno en las listas de ventas y en el que se incluye Shape of You, la canción más escuchada y vendida en todo el mundo en 2017. En España, el tema que lidera el ranking es Despacito de Luis Fonsi, que a nivel global se sitúa en el segundo puesto.

El informe Global Music Report 2018 recalca el cambio en la industria musical y en la forma de escucha del público, que opta cada vez más por los servicios de streaming. A finales de 2017, había ya un total de 176 millones de usuarios en el mundo suscritos a streaming de pago (64 millones de ellos se sumaron a lo largo del año 2018). Los registros a estos canales aumentaron un 45,5%, con unos usuarios que representan el 38,4% de las ganancias globales.

En España, compañías como Spotify, iMusic y Amazon Music suman 1,5 millones de abonados, un dato al que hay que añadir los 24,2 millones de reproducciones en plataformas de vídeo como Youtube y Vevo.

No todas estas plataformas reportan las mismas ganancias a los artistas: según IFPI, Spotify paga 20 dólares (16,37 euros) a las discográficas por usuario de media, mientras que Youtube remunera a los músicos con menos de un dólar.

En cuanto a la situación en nuestro país, la música grabada volvió a sufrir un incremento en 2017 al recabar casi un 9% más de ingresos que el año anterior. El sector generó 231,7 millones de euros el pasado año en España, lo que supuso un 8,9% frente a los 212,8 millones de 2016. Esta es la cifra más alta desde 2008 cuando, en plena recesión del negocio, se cosecharon 254 millones de euros.

De los beneficios obtenidos el año pasado en España, 152,4 procedieron del streaming. Esta forma de escucha se presenta un 16,7% más fuerte que en 2016, sobre todo por el auge de la modalidad de pago, que incrementó sus ingresos casi un 24% (84 millones de euros).

Por otro lado, entre los formatos físicos continúa creciendo el vinilo: se vendieron cerca de 700.000 unidades en 2017, es decir, un 46% más que en el año anterior. En paralelo, se vendieron 8 millones de cedés, que generaron casi 67 millones de euros, tan solo un pequeño retroceso respecto a 2016.

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