El festival Primavera Sound, una de las principales citas musicales de Europa, cerrará hoy sus puertas en el Parc del Fórum con una previsión de 200.000 espectadores de 125 países.

Una edición, la 17, en la que se ha constatado un relevo generacional tanto de público como de las propuestas artísticas.

Los directores del festival, Alfonso Lanza y Alberto Guijarro, han señalado en un primer balance que el público extranjero supone ya el 55 % del total (ligeramente superior el año pasado), lo que demuestra el interés que el festival —con un presupuesto de doce millones de euros— despierta fuera de España.

Por ello, han pedido a las administraciones una mayor implicación para que se mejoren las instalaciones del Fórum, epicentro del festival.

También creen que ciertas zonas han quedando obsoletas, especialmente los grandes escenarios de las explanadas, lleno de socavones que no cumplen las necesidades mínimas para acoger actuaciones de calidad.

En este sentido, Guijarro ha remarcado que, aunque no existe en la capital catalana otro espacio que pueda acoger un evento de estas características por su tamaño, no está en sus planes inmediatos moverse de Barcelona, por lo que ha insistido en la adecuación de las actuales instalaciones, que en esta edición han ocupado 192.000 metros cuadrados.

La incorporación del espacio Primavera Bits, ya en el término de Sant Adrià, para «descentralizar» los escenarios electrónicos, ha permitido que las miles de personas pudieran moverse de forma fluida, sin problemas: «la máquina del festival está bien engrasada», han resumido los promotores.

En lo musical, Lanza ha realizado un balance positivo por la calidad de lo visto sobre el escenario y por el ‘feedback’ entre publico y artistas.

Un cartel con 226 nombres repartidos en catorce escenarios (sin contar los repartidos por el resto de la capital catalana), con nombres tan destacados como Van Morrison, Grace Jones, Solange, Marc de Marco, The Zombies, Arcade Fire, The XX o Bon Iver, con Mishima y John Talabot entre los locales.

Así, el miércoles, cerca de 20.000 personas asistieron al concierto inaugural de Saint Etienne en el Fórum, mientras que en cada una de las tres jornadas de pago (de jueves a sábado) se ha cubierto el aforo máximo de 55.000 espectadores por día.

El resto de público, hasta llegar a la cifra de 200.000 personas, proceden de los conciertos realizados en otros puntos de Barcelona, en el marco del Primavera a la Ciudad (con más de 80 propuestas).

Además de las previstas, en el programa se han «colado» conciertos sorpresa (Unexpected Primavera), como el contundente aperitivo que los canadienses Arcade Fire ofrecieron el jueves o el de los escoceses Mogwai, que también avanzaron canciones de su próximo trabajo que saldrá en septiembre.

Hoy la sorpresa la ha dado Haim, el trío californiano que ya estuvo en estos escenarios en 2014, y que traen igualmente material nuevo, su álbum Something to tell you, que saldrá en julio.

«Es una propuesta retadora en términos de producción», ha reconocido Lanza, que ha alabado el comportamiento cívico del público cuando se notificaban estas «sorpresas» sin que se produjeran incidentes para acceder a los recintos, por lo que no se descarta repetirlo el próximo año.

El atentado de Manchester en el concierto de Ariana Grande ha obligado a incrementar las medidas de seguridad en los accesos, y las colas fueron un poco más lentas de lo normal, por lo registros en las puertas, aunque se ha intentado paliar las molestias con más personal, han explicado.

Guijarro ha puesto sobre la mesa el éxito de las actividades en el CCCB, que «ha respondido muy bien», y que ha acogido el Primavera Pro, con más de 3.300 acreditados de 55 países, plataforma que ha servido de puente entre Europa y Latinoamérica.

La «caída» de última hora del cartel del norteamericano Frank Ocean —unos extraños motivos de producción aducidos por este artista de neo soul— ha sido la única nota discordante.

El productor y músico Jamie XX, que actuaba en el festival con su banda The XX, aceptó ocupar ese hueco. Pero lamentablemente la sesión que ofreció ayer en el gigantesco escenario Heineken tuvo algo de sucedáneo improvisado y no supo mantener la intensidad que había logrado un par de horas con su banda.

Además de los citados Arcade Fire, en la jornada que del sabado pasaron por los escenario artistas veteranos como Grace Jones o Van Morrison, el pop electrónico de Metronomy y el grime de Skepta.

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